Origen emocional de la URTICARIA

La urticaria es un síntoma cutáneo caracterizado por erupciones transitorias (granos o ronchas) que se acompañan de picores importantes y edema (inflamación).

La urticaria me advierte de un ambiente de separación que amenaza mi integridad: “Me arrancan…”, “Me alejan…”

Por ejemplo: Mis padres se separan y me voy a vivir con mi madre, simbólicamente, siento que me alejan o me arrancan de mi padre. Igualmente, si me voy a vivir a otro lugar, puedo sentir que me alejan de mis compañeros, amigos, etc.

También puede indicarnos que estamos implicados en un conflicto triangular; por ejemplo, el deseo erótico hacia una persona y la imposibilidad de satisfacerlo debido a la presencia de un rival.

“Noto la separación, me siento lejos de mis expectativas, estoy decepcionado”.

“Me siento rechazado, repudiado”.

“Estoy separado del placer del contacto”

Asimismo, la urticaria me puede advertir que estoy viviendo un contacto dañino, que me deshonra y atenta a mi dignidad e integridad.

Esta situación me quema y sobrepasa mis límites.

Tengo la sensación de estar siendo golpeado, agredido por alguien o por la vida y no puedo hacer nada al respecto.

A menudo se trata de abusos sexuales, tocamientos, etc. que me quiero sacar de encima rascándome.

“Deseo separarme, pero es imposible, no tengo salida”

La urticaria sería la traducción corporal del sentimiento de sufrir malos tratos, de ser agredido.

Por eso la marca en la piel es similar a la que se observa después de haber recibido golpes.

La persona afectada suele ser miedosa, pasiva y sensible en sus relaciones con los demás, quizá por eso sufre tanto rechazo.

No se acepta a sí misma y para sentirse amada hace las cosas en función de lo que la gente espera de ella, con lo cual se rechaza a sí misma también.

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