Significado emocional de los problemas en los MUSLOS

La función biológica de los muslos, es en sí misma la de dar el impulso a las piernas para avanzar, por lo tanto, simbolizan “mi desplazamiento”.

Son los que me permiten desplazarme, moverme, avanzar o retroceder, ir de un lugar a otro.

Pero, a veces, no todos los desplazamientos que yo realizo son los que desearía hacer.

Si tengo problemas en los muslos puede ser porque estoy viviendo o he vivido una situación de desvalorización e impotencia relacionada con el desplazamiento y el placer.

Por ejemplo, tener que “perseguir a una pareja que no se deja atrapar”.

Simbólicamente, los muslos son como los dos pilares sobre los que se apoya toda nuestra vida.

Representan simbólicamente a nuestros padres, ellos son nuestros primeros pilares.

Dependiendo de la relación que hemos mantenido con ellos los muslos adoptarán una forma u otra.

Si son muy pesados me indican que la relación con mis padres es “pesada” o carezco de autonomía.

“Mis padres me sobreprotegen demasiado”.

Por otra parte, también realizan simbólicamente la labor de proteger mi sexualidad.

Especialmente, si la molestia está situada en la ingle o entrepierna, me indica que estoy viviendo un conflicto emocional relacionado con la pareja, con una tonalidad sexual.

Cuando los muslos son gruesos realizan la función de «no dejar pasar», en el aspecto de la penetración y, especialmente, si he recibido algún tipo de tocamiento, abuso, etc.

Teniendo muslos gordos y muy apretados entre las piernas, bloqueo inconscientemente la energía en este lugar y mi sexualidad queda protegida.

“Quiero protegerme, necesito tener muslos grandes y fuertes para atrapar y detener al abusador”.

¿Qué es para mí el sexo? ¿Qué me han dicho mis padres al respecto?

Si los muslos están flácidos me expresan que me he sentido o me siento desvalorizado porque no he podido defenderme de un abuso o agresión sexual.

“Me entregué a la persona equivocada y me arrepiento de ello”.

Afecta a personas que no se han sentido protegidas en su infancia o adolescencia y ahora no saben hacerlo por sí mismas.

Les gustaría hacer cambios en su vida, en el trabajo, pareja, casa, pero no emprenden las acciones necesarias para llevarlas a cabo y se mantienen en sus deseos.

Si se presenta celulitis en los muslos, normalmente se instala en la parte posterior, manifiesta que siento vergüenza por mi pasado.

Probablemente me sentí humillado/a, desprotegido/a y, por mucho que lo quiero ocultar (tapándome), me resulta imposible lograrlo.

¿Me he llegado a sentir exhibida físicamente?

Los muslos delgados o poco desarrollados me hablan acerca de mi incapacidad para reafirmarme como adulto y ocultan el deseo de seguir siendo adolescente.

Cuando los muslos son delgados me indican que quiero escapar de mis padres, por eso son ligeros.

También es una señal de apertura a la sexualidad.

“Estoy abierto a tener sexo y así podré marcharme de casa de mis padres»

Son la manifestación de la falta de alimento emocional, protección, apoyo, reconocimiento del que carecí en la adolescencia.

Si aparecen las varices, (sangre que representa a la familia), me transmiten mi deseo de salir corriendo de la casa porque mis padres me tratan como la sirvienta y no lo soporto, me siento sucio/a por cómo me tratan.

A veces, ocurre lo contrario, me gustaría regresar a la casa de mis padres pero no puedo, algo ha ocurrido que me lo impide.   

Dependiendo del lugar donde se manifiesta la molestia:

Si afecta a la pierna derecha (izquierda para los zurdos) me indica que debo ir en una dirección y no quiero hacerlo. “Me vi obligado a dejar a mis seres queridos”

Si se trata de pierna izquierda (derecha para los zurdos) me expresa que quiero ir hacia algún lugar y no puedo.

Cuando el dolor se encuentra en la parte posterior del muslo me expresa que la dirección con la que tengo el conflicto es conocida para mí.

Si el dolor está instalado en la parte anterior me indica que el conflicto emocional que estoy padeciendo está relacionado con el porvenir.

Si el dolor afecta el lado interno de la pierna derecha (izquierda para los zurdos) me indica que estoy viviendo un conflicto en el que me siento obligado a separarme de mis seres queridos.

“Me vi obligado a dejar a mis  padres”.

Cuando se trata de la pierna izquierda (derecha para los zurdos) me transmite que estoy inmerso en una separación que conlleva peligro.

“Es peligroso que permanezca con los míos, debo alejarme, separarme”.

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