¿Realmente existen la enfermedad crónica?
¿Es posible que se trate de un conflicto emocional no resuelto y repetitivo?
Todos somos vulnerables a ciertas emociones precisas.
Tal vez yo soy vulnerable al abandono, otro puede ser a las carencias económicas, hay personas que tienen dificultades para expresarse…
Así como otros pueden ser vulnerables a los cambios de dirección, a tomar decisiones, otros puede tener miedo a la traición, a la humillación, etc.
Aunque siempre estamos expuestos a coger un resfriado, de vez en cuando, todos somos sensibles o más propensos a enfermar más gravemente ante impactos emocionales determinados e individuales.
Por ejemplo, hay personas que constantemente tienen tos o problemas bronquiales.
Las recidivas son frecuentes, se recuperan y pasado un tiempo (corto o largo) vuelven a padecer el mismo síntoma, una y otra vez.
Este hecho es muy importante y significativo porque nos demuestra que no siempre se trata de situaciones nuevas las que nos hacen enfermar.
Si no que muchas veces, se trata del mismo conflicto que se repite en el tiempo porque aún no hemos hecho frente a la causa emocional que lo provoca.
Eso sí, en cada ocasión, hemos ido al doctor, nos da el mismo diagnostico, tomamos las medicinas, descansamos, hacemos caso a sus recomendaciones.
Y pasados unos días, la tos y la mucosidad, se puede reducir o incluso hasta pueden desaparecer de nuestro cuerpo por un tiempo pero, cuando menos lo esperamos, de nuevo la tos hace su aparición.
Probablemente el médico nos dirá que padecemos tos crónica.
Y, desde la perspectiva, de la ciencia médica una enfermedad catalogada con la etiqueta de crónica nos deja, a nivel subconsciente, con la sentencia y el convencimiento de que “esto no tiene remedio”.
¿Para qué luchar si esto es para siempre?
Y nos quedamos con ese diagnostico que nos ha dado una persona con autoridad y ni siquiera lo cuestionamos y, por supuesto, tampoco nos revelamos y se nos ocurre buscar alternativas…
¡Esto es lo que me ha tocado!
E, incluso, sintiéndose víctimas, muchas personas se llegan a preguntar: ¿Qué habré hecho yo para merecer esto?
Pues, desde el paradigma de la nueva medicina, seguro que algo has hecho, o no has hecho, o no haces.
En las medicinas tradicionales, como la Medicina Tradicional China, el Ayurveda, etc., que tienen miles de años de experiencia y que entienden al ser humano como una Unidad, (cuerpo-mente-alma), no existe el concepto de enfermedad incurable.
Las enfermedades se distinguen en fáciles o en difíciles de sanar, dependiendo de si sus causas son externas o internas.
Por supuesto, las que están originadas por causas externas: golpes, fracturas, deficiencias nutricionales, etc., son más fáciles de curar porque al descubrir, tratar y eliminar las causas que la han provocado, el cuerpo recupera fácilmente el equilibrio.
No obstante es necesario descubrir el conflicto emocional que estaba detrás de estos síntomas e integrarlo para evitar nuevas recaídas.
Sin embargo, las más difíciles de sanar son las de origen interno, ya que, para que la sanación se produzca es necesaria la toma de conciencia, por parte del enfermo.
De sus aspectos mental y emocional, de sus deseos más profundos y del propósito de su vida, para poder cambiar las condiciones que la han originado y eso es una tarea que implica a todo el ser del enfermo.
Parece que una enfermedad crónica ocurre porque no nos hemos responsabilizados en tomar conciencia y descubrir qué actitud mía me conduce a repetir el mismo síntoma.
Qué dificultad tengo yo para relacionarme con los demás que, constantemente, me provoca tos y afecciones respiratorias.
En el caso de la tos se trataría de una reacción violenta de irritación y de rechazo hacia una persona o una situación.
Que nos ha incomodado, que nos ha molestado, pero que no hemos dicho nada, se nos ha quedado dentro, no lo hemos expresado.
Y respecto a los bronquios significa que hemos vivido una situación en la que hemos sentido “amenazado nuestro territorio”.
O que nosotros nos hemos sentido “amenazados dentro de nuestro territorio”.
¿Qué podemos hacer ante un síntoma que se repite constantemente?
Lo primero es asumir la responsabilidad de mi estado.
Segundo, no creerme sin más el diagnostico de una enfermedad crónica.
Tercero, hacer algún cambio en mi mente, en mis emociones y esto es lo que devolverá la salud a mi cuerpo.
En el caso que nos ocupa necesito aprender a expresarme libremente y a vivir mi vida como me plazca.
Sin dejarme influenciar por los demás y encontrar mi propio territorio sin sentirme culpable.
Al hablar de las enfermedades crónicas tendremos en cuenta la importancia del Transgeneracional, del Proyecto Sentido y de los Ciclos Biológicos Memorizados.
Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
Las personas con enfermedades crónicas han de afrontar una gran tarea, confrontar los miedos que aparecen en el contexto de su enfermedad y enfrentar las imágenes idealizadas de cómo hacer lo que uno tiene encomendado.
La vida es ritmo, cambia constantemente. Debemos aceptar la inseguridad de la vida y desechar la inquietud que puede producirnos el abandono de los viejos hábitos.
Hemos de aprender siendo vulnerables a todas las posibilidades que se nos presentan en la vida.
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