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¿Qué es el ego? El ego o «yo» es el resultado de la suma, combinación y estructuración de nuestras vivencias ocurridas.
Pueden proceder de acontecimientos de vidas anteriores que no fueron integrados.
De programas heredados inconscientemente de nuestros ancestros o, tal vez, de proyectos y deseos de nuestros padres durante la concepción.
Pasando por procesos que nos han sido transmitidos por nuestra madre, durante el embarazo, el parto, hasta los tres años y durante toda la infancia hasta la adolescencia.
Aunque nuestra consciencia limitada no comprenda y pretenda rebelarse ante tales hechos para evitar el sufrimiento, debemos reconocer que han sido las experiencias apropiadas para nuestro desarrollo evolutivo.
El conjunto de estas experiencias y la interpretación que hagamos de ellas crearán un «sistema de defensa».
Una serie de mecanismos de actuación que nos permitirán expresarnos y adaptarnos a este mundo.
Será el vehículo que nos facultará transitar nuestros días a lo largo de nuestra vida.
Esta construcción mental, llamada ego, es el personaje que hemos creado sobre nosotros mismos.
Se trata de una autoimagen con la cual nos identificamos y que constituirá nuestra personalidad, llegándonos incluso a creer que somos eso.
El ego es como un puente entre lo humano y lo divino, este puente nos puede unir o separar.
Ciertamente, podemos decir que el ego es el que nos separa de nuestra Esencia.
Claro está que al mismo tiempo, se puede considerar que es el trampolín a través del cual podemos alcanzarla de nuevo.
Por ejemplo, el orgullo nos separa, pero si tomamos consciencia y lo trascendemos, nos conecta con el Ser.
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