Conflictos emocionales que afectan a los MÚSCULOS

Los músculos se corresponden con la energía mental, reflejan modelos mentales ocultos.

Representan el motor (nos permiten movernos), la motivación, el deseo, la voluntad física, la fuerza, la energía de realización, la movilidad y la flexibilidad.

Los músculos transforman la energía en acción. Los problemas musculares están directamente relacionados con los conflictos mentales, con nuestra conducta y nuestras pautas de comportamiento.

Nos hablan de nuestra adaptación o no, al mundo exterior, de nuestra resistencia o aceptación de las nuevas experiencias.

Los músculos también expresan  nuestra capacidad o dificultad para actuar, llevar, soportar, avanzar, concretizar, para dar salida a nuestra energía creativa.

También para resistir, para mantenernos en pie, para movernos y transformarnos de acuerdo con nuestras ideas e interpretaciones.

Los músculos hacen posible el movimiento, por lo que todo problema muscular indica una falta de motivación y sobre todo una falta de voluntad para ir hacia donde la persona desea.

Hay que tener presente que los síntomas en los músculos siempre se presentan cuando el conflicto emocional está activo, es decir, cuando no paramos de pensar acerca de lo pasó o está pasando.

Cuando se nos presenta algún problema, significa necesariamente que estamos viviendo un conflicto de desvalorización con respecto a nuestra impotencia para realizar alguna actividad física.

Del mismo modo, se pueden referir a que estamos viviendo una situación de disconformidad relacionada con el movimiento.

Por ejemplo, cuando hacemos algo en contra de nuestra voluntad o, tal vez, que hacemos algo pero pensamos que no va a valer o que no vamos a obtener ningún resultado positivo al respecto.

Conflicto de desvalorización vinculada al esfuerzo, la capacidad, la actuación.

Los músculos rojos (voluntarios): cuando surgen problemas significan que estamos viviendo una desvalorización relacionada con la impotencia respecto a mis competencias y habilidades  físicas: “No soy capaz de pelearme, de defenderme, de correr, etc.”

Para saber con exactitud el origen de la desvalorización hay que tener en cuenta qué músculo está implicado, dónde se encuentra y para qué se utiliza.

Pantorrilla: Parte posterior de la pierna formada por los músculos gemelos y el sóleo.

Los músculos de la pantorrilla cumplen la función de dar impulso en un salto o en el inicio de un movimiento o desplazamiento.

Conflicto de impulso. Impotencia por no poder ir más allá de lo que nos permitimos.

Imposibilidad de esfuerzo por dejar atrás nuestros límites marcados con anterioridad.

Rechazo cambiar de opinión o de dirección.

Me gustaría terminar cuanto antes.

Isquiotibiales: los músculos de los muslos que se unen a la pelvis, la tibia, el  peroné y el fémur. Importantes para la flexión de la rodilla y la extensión de la cadera.

Son los músculos responsables del movimiento para subir escaleras, alzarnos, levantarnos, etc.

Cualquier problema en este músculo nos indica que estamos viviendo un conflicto de desvalorización por impotencia ante un reto deportivo.

“Me siento impotente para conseguir los objetivos que me he propuesto”

“No lograré superar esa situación”

“No conseguiré nunca esta marca”

Asimismo, los músculos también se pueden afectar cuando estamos inmerso en una competición que nos exige un gran estrés y, de pronto, perdemos la ventaja que teníamos.  

Como están relacionados con la pelvis y el fémur también puede significar: “Me enfrento o me opongo al padre de la mujer con quien tuve relaciones”.

Músculo esquelético: (Estriado)

Músculos voluntarios que proporcionan la movilidad al esqueleto y al cuerpo.

Situación de desvalorización por impotencia con respecto a un movimiento que debo realizar.

Por ejemplo, para evitar una lucha o una pelea: “¿Para qué hacer más músculo o conservarlo si estoy seguro de perder la pelea?”.

Si afecta a las piernas: nos indica que tenemos dificultades para poder escapar.

En los brazos: nos habla de que nos sentimos devaluados por no poder empujar, repeler o agarrar, abrazar algo.

Aductores: están relacionados con la capacidad para atraer o retener algo o alguien.  

Bíceps: tienen que ver con la capacidad para atraer o levantar algo.

Músculos abdominales: Músculos localizados en el abdomen.

Estoy viviendo una situación de impotencia respecto a proyectos que estoy creando o realizando, con respecto a mí mismo o a las personas más cercanas.

Abdominal recto: Estado de impotencia en relación con un padre dominante (real o simbólico), en términos de rectitud.

Quizás también puede reflejar un sentimiento de impotencia frente a un gesto sexual que me desvaloriza.

Abdominal transverso: Hace referencias a un entorno de desvalorización e impotencia por un tema de infidelidad o anormalidad sexual, en relación a la pareja y/o hijos. ¿Quién me impide ir más allá de…?

Miastenia: Se trata de una enfermedad neuromuscular autoinmune y crónica que presenta debilidad muscular en los músculos voluntarios.

La persona ha llegado al convencimiento de que la inmovilidad es más rentable que la movilidad. Nos transmite una gran impotencia frente a la acción, como una rendición ante la vida.

Tumor: Es la consecuencia de un profundo conflicto de desvalorización en relación a la falta de potencia.

“Hay que ser más fuerte”

¿Tenemos algún impedimento, externo o interno, que nos imposibilita actuar?

¿Queremos ir demasiado rápidos en un asunto o estamos haciendo demasiada fuerza?

¿En qué área de nuestra vida estamos sufriendo tensión o nos estamos forzando en exceso?

¿Avanzamos demasiado nerviosos e impacientes?

¿Tenemos miedo a llegar a la meta?

¿Quizás queremos arrancar muy rápidos sin una preparación previa? (Véase GEMELOS)

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