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El páncreas es un órgano encapsulado situado en el abdomen, entre el estómago y el intestino. Es una glándula anexa al tubo digestivo, ligada al duodeno.
El páncreas tiene dos funciones básicas:
- Segregar enzimas digestivas al intestino delgado, para asimilar los alimentos.
- Producir hormonas necesarias para la sangre como la insulina y el glucagón.
Para el inconsciente si hay un problema grande, real o imaginario, que se relaciona con un “bocado” que hemos tragado y, de repente, nos lo quitan o no podemos digerirlo, puede afectarle al páncreas.
Cuando el páncreas se daña nos habla acerca de la necesidad y, al mismo tiempo, la imposibilidad, de conseguir un “bocado” esencial y necesario para mi vida.
“Me han quitado algo, que ya era mío, y que yo estaba a punto de asimilar”
Cuando una persona tiene algún síntoma relacionado con éste órgano, ha vivido o está viviendo una situación en la que alguien le ha traicionado y/o le ha deshonrado.
Ella lo vive como una ignominia, como una gran ofensa que le acarrea un enorme descrédito y a la que se resiste internamente, no la digiere y le provoca miedo y asco.
Se trata de dos conflictos emocionales vividos conjuntamente, por un lado, la grave ofensa recibida y, por otro, la “resistencia”, la oposición a no quererlo digerir ni aceptar.
“Me han hecho (o he hecho) una afrenta muy grande, algo detestable”.
“He vivido algo inaceptable por parte de alguien de mi familia, de mi trabajo o de mi vida social”,
“Lucho por mi bocado”,
“Mi hermano me robó la parte que me correspondía de la herencia”,
“Me hicieron firmar un papel en donde yo renunciaba a mi herencia, etc.”,
“Me han hecho algo detestable” “Me reprochan el bocado ingerido”.
Sumado, además, una emoción interna de que yo no me puedo creer lo que me han hecho, no me lo esperaba, nunca me lo podía imaginar.
Normalmente estará relacionado con algo material, una herencia, una casa, unas vacaciones, un aumento de sueldo, un terreno, un finiquito, etc.
Es decir, algo que yo doy por hecho que voy a recibir y, por alguna circunstancia, no sucede. Me generará problemas en el páncreas.
Como en todo síntoma, la gravedad dependerá de cómo yo lo viva, de la importancia que yo le dé y, obviamente, estará relacionado con mis pretensiones, mis expectativas y con mi capacidad para enfrentar y reaccionar conscientemente a la frustración.
Pancreatitis: Si alguien presenta inflamación del páncreas, es porque se está negando o se está oponiendo a una situación o a una persona en especial. Una situación que le hace sentir amargura o desaliento.
“Veo cómo día a día mi marido me ofende y se burla de mi origen humilde”.
Me siento muy ofendida por tratarse de una falta total de respeto hacia mí que, de alguna manera, ha hecho que yo me separe de la alegría y la dulzura que yo esperaba de él.
Cálculo pancreático: “No quiero que el otro piense que no soy noble”.
“Me quitan dinero, me desheredan y yo quiero conseguir algo para mí”.
Cáncer de páncreas: Si vivo una situación que me cuesta mucho tragar y digerir y que me parece innoble, tendré muchas posibilidades de desarrollar un cáncer del páncreas.
EL más frecuente en éste órgano es el adenocarcinoma y se debe a una contrariedad ocurrida, la mayoría de las veces, en el ámbito familiar que no se puede digerir (indigesta) y, casi siempre, tiene relación con algún asunto económico (disputa por herencia real o simbólica, reparto de dinero o propiedades, etc.).
¿Qué cosa, sentí que era mía y me la quitaron?
¿Qué me habían prometido y nunca me lo dieron?
¿Hay algo que es mío y algún familiar lo quiere para él?
También puede ser provocado por un sentimiento de repulsión: “Esto me repugna, me asquea”.
En el proyecto sentido, deberé averiguar si mi madre sufrió durante el embarazo, alguna vivencia similar, en donde ella esperara algo que ya sintiera entre sus manos y que, en el último momento, se lo hayan quitado o no lo haya recibido.