Origen emocional del PRURITO

 
El prurito es una sensación en la epidermis que incita a rascarse.
Es el signo de algo que nos pica. Indica que hay algo dentro de nosotros que nos excita y que hemos pasado por alto y quiere ser descubierto y liberado, como una pasión ardiente, un ardor o un deseo.
Cuando rascarse alivia, es indicativo de que la persona ha sufrido un conflicto de separación del placer ligado al tacto, a ser acariciado, tocado, etc.
“Estoy frustrado, necesito placer y cuando me rasco siento esa sensación de alivio tan placentera…es recibir lo que esa persona que quiero, no me da”.

Prurito: cuando rascarse no alivia nos habla de una problemática general de ruptura de contacto/separación.

Probablemente la persona ha recibido algún tipo de abuso o tocamientos no deseados.
“Me siento sucio desde que me tocó”.
¿Qué cosa importante ocurrió en mi vida justo antes de la aparición de los primeros síntomas de picor en un contexto de separación?
Cuando tras el prurito existe un problema de bilirrubina en la sangre indica un conflicto de separación con rencor, injusticia.
“Ojalá nunca se hubiese acercado a mi”.
¡Lamento tanto haber conocido a ese ser despreciable!
Ardor por tema de sexualidad y agresividad.

También puede aparecer prurito después de un cambio ocurrido en la vida de una persona.

El cual le ha hecho romper con su pasado (conflicto de separación del placer) y le ha obligado a buscar nuevas referencias, es decir, a desarrollar una nueva identidad.
¿Cuál es mi nuevo sitio?
¿Cómo he de ocuparlo?
Asimismo puede producirse prurito cuando una persona siente envidia de algo, pero no lo expresa por miedo a herir a alguien o por lo que puedan pensar de ella.
 

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Imagen: 65ymas.com

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