El colesterol es un lípido (tipo de grasa natural) presente en todas las partes del cuerpo. El cuerpo necesita determinada cantidad de colesterol para funcionar adecuadamente.
Pero el exceso de colesterol en la sangre, combinado con otras sustancias, puede adherirse a las paredes de las arterias.
Esto se denomina placa. Las placas de colesterol tienen la función de reparar y reforzar (reconstruir) las membranas plasmáticas y las paredes ulceradas de los vasos sanguíneos.
Por ello, a nivel simbólico o psicosomático, el colesterol hace referencia a la noción de “construcción de la personalidad, la construcción del Yo. Nos habla sobre una problemática de construcción de la personalidad propia o de algún miembro de su entorno más cercano.
Ésta es una tarea que ocupa al ser humano toda su vida, desde su nacimiento.
Y dependiendo del trabajo personal realizado podemos hablar de un Yo fuerte cuando un individuo es equilibrado y responsable en sus actos y de un Yo débil, si se trata de individuos inestables, indecisos o de una madurez débil en su vida cotidiana.
Cualquier conflicto que tiene que ver con la sangre se relaciona directamente con el clan familiar y la emoción que estamos viviendo hace referencia a una desvalorización, con respecto a la familia.
Conflicto de falta de apoyo familiar.
La persona que tiene colesterol alto lleva mucho tiempo en su vida viviendo con una total ausencia, carencia de apoyo y comunicación familiar.
Puede ser porque su familia se ha separado o que viven lejos y nunca se llaman o se visitan. “Me siento solo, sin nadie que me apoye o que me comprenda”
El individuo se siente incapaz de hacer las cosas solo, siempre pide ayuda o depende de los demás para “ser” o “vivir”.
Incluso pueden tener el sentimiento de que no les importa a los demás y por eso deben afrontar todo solo.
“Crecí solo, siempre he estado solo”
“Solo puedo contar conmigo mismo para construirme, física y sobre todo moralmente”.
“Me construyo yo solo”
“Todo depende de mi propia capacidad, de mi fuerza, de mi economía, todo depende de mí para asegurar mi supervivencia y esto me afecta mucho”
“No puedo lograr esto solo”
Cuando quiero realizar un proyecto, construir o crear algo que deseo especialmente, no consigo recibir ayuda de nadie.
«No recibo el apoyo de mi familia, nadie me ha ayudado a llegar donde he llegado”
“En mi familia nadie me llama”
“Nunca veo a mi familia”
“Me niego a abrirme a la alegría”
Indudablemente, esta situación no deseada, hace que la persona se sienta triste, sola, impotente, incomunicada, porque obviamente, siente que necesita a los demás para estar bien.
Y, esta dependencia es la que hace que su nivel de colesterol aumente, ya que un individuo independiente y con una relación familiar satisfactoria, no tendría el colesterol elevado.
Se puede presentar un nivel alto de colesterol por simpatía.
Alguien, inconscientemente, está muy preocupado por un familiar cercano al que real o simbólicamente, no encuentra lo suficientemente maduro y responsable.
Necesita estar muy pendiente de él para ayudarle.
“Necesito estructurar a mi pareja, a mis hijos, padres, etc.”
Si en el momento actual, no estamos viviendo ninguna experiencia de las mencionadas anteriormente y estoy presentando colesterol alto, entonces habremos de buscar historias de Proyecto Sentido (experiencias vividas por la madre).
O del Transgeneracional (programa heredado de algún antepasado) relacionadas con sentimientos de abandono, real o haber tenido la sensación de ser abandonado.
Y, por consiguiente, “estoy solo, en peligro y nadie puede alimentarme. Solo cuento conmigo mismo”.
Hemos de tener en cuenta que las placas de colesterol aparecen en fase de reparación de un conflicto de infarto de coronarias.
Por lo cual, siempre guardará relación con conflictos de pérdida, invasión o conquista de algún territorio o de su contenido:
Por ejemplo, pérdida de la pareja, la casa, el trabajo o cualquier otra cosa que, para el afectado, sea considerado como territorio propio.
También hay que tener en cuenta la conquista de una hembra, que es vivido por el hombre, como un conflicto sexual masculino o la lucha, por ser el jefe de un territorio.
La persona que padece exceso de colesterol considera la vida como una lucha y ha de estar siempre preparada para combatir.
Tiene inclinación a enojarse con facilidad, especialmente cuando se trata de defender su territorio (pareja, casa, cosas, etc.) ya que no está dispuesta a perder aquello que tanto le costó lograr por sí misma, sin ayuda ni apoyo de nadie.
Siente una gran desconfianza, no sabe entregarse y tampoco es capaz de abrirse y recibir.
Tiene tendencia al autocontrol, y no dedica mucho tiempo para la relajación y el disfrute. Sin duda se trata de alguien que no se ha sentido amado y protegido en su infancia.
Han de ocuparse de sí mismas en cuanto a centrarse en el propio placer de vivir y no en el de acumular logros para probar su grandeza y buscar un cierto reconocimiento ante sus padres.
Triglicéridos: Conflicto por sentirse obligado a dar o recibir “material de construcción”.
“Cuento con los demás para que me ayuden a sobrevivir y yo no aporto nada”.
Ambas patologías son las dos caras de la misma moneda.
Colesterol, polo masculino, relacionado con “dar” y los triglicéridos, polo femenino, que simbolizan el “recibir”.
Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual
El individuo afectado de colesterol alto ha de estar dispuesto a buscar nuevas motivaciones en la vida que estén basadas en sus propios anhelos y, así poder construir una base sólida en la que toda la responsabilidad recaiga sobre sí mismo.
Por otra parte, ha de emprender las acciones necesarias para acercarse, comunicarse, apoyar y compartir con los otros, si es eso lo que realmente desea, sin esperar nada a cambio, solo por el pacer de dar.
Elijo amar la vida.
Mis canales de la alegría están abiertos.
Estoy a salvo recibiendo.