Origen emocional del BRUXISMO o ira reprimida

El bruxismo es la consecuencia de mi ira reprimida.

El bruxismo, también conocido como la enfermedad silenciosa, es un hábito involuntario, normalmente nocturno.

Consiste en apretar de forma inconsciente la mandíbula y rechinar los dientes, produciendo el desgaste de los mismos.

Es una manera inconsciente de liberar las tensiones acumuladas durante el día.

Puede generar dolores de cabeza, oído, mandíbula y cuello e incluso mordeduras en labios paredes de la boca o lengua.

El sentido biológico del bruxismo es el de expresar ira reprimida, una agresividad no manifestada, la mayoría de las veces inconsciente.

Es una manera de desgastar las armas para no pelear, para no morder. ¡No quiero pelear porque tengo miedo a la separación! ¿Con quien quiero pelear y no lo hago?

Puede revelar un sentimiento de incapacidad para defenderme o para expresar mis propias ideas.

Las personas afectadas de bruxismo tienen dificultades para tomar decisiones o asimilar ideas o experiencias nuevas y tratan de retrasarlas por miedo a las consecuencias o a perder la zona de seguridad en la que se encuentran.

Como no consigo tomar decisiones claras y precisas, el rechinar de dientes es la expresión física de mi tristeza y de mi agresividad contenida.

Del mismo modo, puede estar relacionado con nuestra tendencia a negarnos el placer en la vida: “Me niego el placer”, como si este me estuviera prohibido.

Si nada de esto me ocurre es necesario buscar en mi árbol genealógico.

El bruxismo puede tener una relación muy directa con lo que se conoce como el Síndrome del Fantasma o Yaciente, es como si el muerto hablase en silencio por la noche.

Cuando en una familia ocurren situaciones dramáticas como suicidios, muertes inesperadas e injustificadas, especialmente de niños, etc. y se han silenciado, negado o guardado como secreto, el clan familiar para evolucionar transmite la herida no asimilada a otros miembros.

“Es perjudicial que me exprese y diga lo que pienso”.

Debemos buscar en el clan algún ancestro, con el que tenemos afinidad, que tuvo problemas con la expresión o que fue obligado a estar callado.

La persona afectada debe pasar a la acción y aprender a tomar decisiones coherentemente y con firmeza.

Si el origen es transgeneracional es necesario realizar el duelo aplazado, que puede remontarse a la tercera o cuarta generación.

Con este acto simbólico el Yaciente se liberará del programa inconsciente heredado y liberará también a las futuras generaciones del clan.

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Imagen:bladegrup.com

Esta entrada tiene un comentario

  1. María

    Buenas tardes gracias por la información mi comentario es qué yo padesco bruxismo

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