Origen emocional de los TICS, angustia y amargura.

Los tics son movimientos anormales, bruscos, involuntario e intermitente, generado por la contracción de uno o varios músculos, que reproducen un gesto de manera imperfecta.

Si yo realizo algún tics nervioso, quiere decir que estoy viviendo o he vivido una situación que me hace sentir angustia y amargura.

Para saber su significado debemos tener en cuenta la parte del cuerpo donde se manifiesta. Éste no se presentará de pronto, es la consecuencia de muchas situaciones de tensión acumuladas.

Cuando aparece el tic, es porque he llegado a mi límite.

Si el tic nervioso se presenta en mis ojos, es relacionado con algo que me angustia y que no quiero ver (aceptar, reconocer, confrontar, etc.).

Puede estar relacionado con alguna situación de contrariedad en el movimiento que he experimentado, por ejemplo, he querido llevar a cabo un movimiento, una acción, pero me reprimo, en la mayoría de los casos, por miedo.

Pude haberme sentido contrariado a causa de ciertos movimientos que me impidieron hacer, siendo aún un niño.

Por ejemplo, la prohibición de moverme estando en el colegio y, ahora mi cuerpo se mueve, muy a pesar mío, por rebelión contra lo que se me prohibió hacer.

O, por el contrario, puede tratarse de que alguna autoridad me obligara a hacer algo siendo muy joven y así me rebelo. “Estoy haciendo lo que no me permitieron hacer”

Asimismo, también puedo expresarlos con el deseo de captar la atención de los demás. “Nadie se interesa por mí, me siento desplazado”.

“Es la única forma que tengo de existir y de que me den importancia y estén por mí”.

Tics en la mandíbula: me indican que tengo dificultades para expresarme, para hablar o, tal vez, es la consecuencia de mi rabia contenida por no haber podido “morder”, atacar.

Tics en la cara: me muestra un movimiento para intentar esquivar una agresión, un ataque a mi rostro o imagen. 

Distonia: puede ser causada por una emoción fuerte que he vivido a nivel sexual, a menudo, relacionada con un “amor prohibido” (real o simbólicamente).

El tic nervioso afecta a personas con tendencia excesiva al autocontrol, emotivas, que reprimen su agresividad y que, han recibido una educación muy severa, estricta y perfeccionista. 

Normalmente, tienen la sensación de ser observadas y juzgadas constantemente por los demás.

Les gustaría poder mostrar sus emociones, sus miedos y sus inquietudes, pero no se atreven, tienen miedo de lo que puedan pensar sobre ella.

De ahí que aparezca, sobre todo en el rostro, ya que éste simboliza la identidad, la imagen que vemos, que tenemos o que creemos tener.

Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:

Debo reconocer y expresar al exterior los miedos, las angustias y la tristeza, aunque para ello deba exponerme a ser juzgado por los demás.

“Estoy feliz y me siento tranquilo”, “Tengo la libertad de expresarme siempre”

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Imagen: xisemanal.com

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