Origen emocional de la enfermedad de CROHN

La enfermedad de Crohn es una afección crónica autoinmune en la cual el sistema inmunológico del individuo ataca su propio intestino produciendo inflamación.
Frecuentemente la parte afectada es el íleon o tramo final del intestino delgado, aunque la enfermedad puede aparecer en cualquier lugar del tracto digestivo.

Cuando aparece este síntoma la persona está viviendo un conflicto emocional en el cual siente miedo a perder su identidad.

La enfermedad de crohn es la consecuencia de situaciones muy sucias, muy bajas, muy desagradables, muy cochinas y despreciables vividas desde hace ya algún tiempo dentro del ámbito familiar (muchas veces relacionado con el padre) o laboral.

Suele ser muy común en casos de constante bullying escolar y/o laboral.

Igualmente lo pueden presentar personas que han sido traicionadas.

Probablemente, en las personas con enfermedad de crohn existe un miedo real a morir, a no poder hablar, a no poder expresar lo que sucede. Unido a un permanente sentimiento de carencia material o afectiva.

Si la persona es joven, siente que no puede contárselo a nadie de su familia  porque podrían llegar a culparla a ella.

Si es una persona mayor, siente que debe resistir para no perder el empleo o la ganancia económica.

“No me siento”.

“No sirvo para nada”.

“Me desprecio”.

“Esto me ha sido usurpado de un modo despreciable”.

La persona siente que no puede digerir la presa, el bocado y además no encuentra la salida, para la porquería.

Para encontrar el origen de este síntoma debo buscar experiencias diarias en las que siento que:

Alguien me hace algo sucio o me obliga a hacer algo sucio y yo me siento impotente, no puedo negarme o no puedo defenderme, porque si lo hiciera, podría privarme de algo que siento importante para mi supervivencia.

Por ejemplo: Mi jefe me degrada constantemente o me humilla ante mis compañeros, pero si me enfrento o protesto tengo miedo de que me despida y carezca de dinero para mi sustento.

Esta enfermedad suele afectar a personas muy estresadas, muy presionadas en el mundo laboral y que deben soportar muchas órdenes y exigencias.

Como no se valoran a sí mismos, se dejan dominar, lo cual le subleva enormemente, pero no saben ponerse en su lugar por miedo a disgustar a los otros.

Tienen miedo de no estar a la altura de lo que los demás esperan de ellos.

También pueden padecer ileítis aquellas personas que se sienten rechazadas por los demás y como rebeldía rechazan todo y a todos.

Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:

El mundo exterior es el espejo en el que constantemente nos miramos nosotros mismos. Si vemos que los demás nos rechazan es el reflejo de nuestro propio rechazo.

Es necesario en cualquier experiencia aceptar los sentimientos implicados, apropiárnoslos y sentirlos sin culpar a nadie.

También es muy interesante aprender a distendernos y no permitir caer en la trampa del estrés.

Es importante dejar de exigirnos demasiado, tanto a nosotros como a los demás. Tomar las cosas con más calma.

Y por último, hemos de procurar siempre ponernos en nuestro lugar y afrontar las situaciones con valentía, desde nuestro punto de vista y desde lo que nosotros sentimos y dejar de pensar en las expectativas de los demás. De esas que se ocupen ellos.

Esta conducta es muy valiosa para aprender a valorarnos y a querernos.

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Imagen: sanala.es

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