
Las relaciones interpersonales tras la herida de ABANDONO: La estructura oral o de abandono en sus relaciones con los demás exige el derecho de ser alimentado y satisfecho.
Siempre busca la atención y el apoyo de los otros, se aferra a los demás.
Sin embargo, él no correspondió en muchas ocasiones en que le solicitaron ayuda o compañía.
Realiza cosas para sí mismo, pero no le agrada que otros puedan hacerlas para ellos.
No lleva muy bien si en algún momento no cuentan con él o se siente desplazado. Si esto ocurre, pensará que es poco importante y se sentirá abandonado.
Tiene la necesidad de que los demás lo tengan en cuenta para sentirse valioso, ya que es algo que no puede conseguir por sí solo.
Las relaciones interpersonales tras la herida de ABANDONO: no soporta la soledad, no sabe estar solo. Aprovechará la más mínima oportunidad para encontrar compañía.
«¿Qué voy a hacer solo?». «¿Qué será de mí?».
Incluso es capaz de soportar malos tratos o abusos antes que tener que sobrellevar el dolor y el sufrimiento que supone el abandono.
Es propenso a pedir consejos, pero no los tendrá muy en cuenta, porque al final siempre hará lo que él quiere.
A la hora de tomar decisiones, intentará pedir la opinión de los demás, pero no es porque tenga dificultades para decidirse, sino porque necesita sentir que apoyan su decisión.
Tiene la tendencia a dramatizar cualquier incidente que acontezca y sufre y se preocupa por si le ocurre algo negativo a sus seres queridos, pero lo hace siempre buscando la atención hacia el mismo.
Debido a que cuando era un bebé no recibió aquello que él más necesitaba, ahora no tiene claro el concepto de la receptividad.
Le cuesta mucho pedir, tiene miedo y siente en lo más profundo de su Ser que no le darán aquello que necesita.
Por eso, cuando tiene alguna necesidad, trata de alcanzarla indirectamente, intentando que sean los otros los que perciban su necesidad y le complazcan:
«Haré que me lo des»; si no llega a conseguirlo, niega su necesidad «no lo necesitaré» y se siente víctima de la vida y del mundo.
No puede estar solo, le aterra y huye de la soledad porque, si se encuentra solo, quién le va a cuidar y satisfacer.
Como consecuencia, su intención es estar siempre acompañado y hará todo lo posible por conseguirlo y si es a solas con otra persona, mucho mejor que en grupo, porque así podrá reclamar toda la atención para sí mismo.
Extracto de mi nuevo libro LA TAREA DEL ALMA, si deseas adquirirlo haz clic sobre el enlace de Amazon:
Imagen:iepp.es
y como se sana esa herida de abandono?