El enfermo del intestino delgado suele ser una persona desconfiada. Analiza todo de manera exagerada, capaz de realizar un fino análisis del “detalle” y que posee un sentido crítico muy desarrollado:
“Siempre tiene algo que decir”.
Los trastornos del intestino delgado nos hablan de la dificultad que una persona tiene para absorber y asimilar la experiencia que está viviendo.
No asimilo los aspectos buenos de mi vida.
Asimismo, puede indicar que soy incapaz de apreciar las cosas buenas que tengo a mi alrededor. «Siempre veo lo malo de cualquier situación».
Cuando tengo el deseo de huir, de evitar una situación por la que he de pasar, pero de la que me gustaría librarme cuanto antes, me ocasiono una diarrea:
“Voy a eliminar lo que no me satisface”.
La diarrea constituye un modo de no integrar la realidad, de no aceptar, absorber ni asimilar una experiencia.
Tal vez sea por miedo o porque la consideramos inaceptable.
“Me niego a asimilar”
“No me siento aceptado, asimilado en mi familia, integrado”
“Ya no puedo seguir asimilando esa información”
“Soy incapaz de ver el lado bueno de esto”
“Esto no es como lo soñé”
“No trago que esto no haya sido perfecto”.
“Todo está mal”
La diarrea de los escolares quiere expresar:
“No he asimilado el conocimiento, la enseñanza, lo suficiente”
Del mismo modo, puede indicar la dificultad para digerir un bocado demasiado grande.
Como, por ejemplo, un insulto, una impertinencia, una injusticia, etc.
Cáncer de intestino delgado: Puede ser la consecuencia de mi Incapacidad para digerir lo bueno de la vida, para digerir mi vida.
“No sé a dónde ir, ni a dónde va mi vida”.
“Qué lugar ocupo en mi familia”
“Desconozco qué posición adoptar respecto a…”
Íleon: “Soy incapaz de sacar fruto de las lecciones del pasado”.
Yeyuno: Problema de elección, de indecisión.
Parásitos intestinales:
“Alguien se impone en mi mesa”.
“No soporto el hecho de comer en el bar, en la mesa de otro”.
“Me imponen un sistema de creencias”.
¿Qué elemento, a qué cuerpo extraño hago un sitio en mi interior?
“Me borro dentro de mí, luego me dejo invadir”.
Tenia o solitaria: “Me siento parasitado por una idea extraña”.
Invaginación intestinal (cuando el intestino delgado entra en el colon): Memoria de la madre que no ha alimentado bien a su bebé.
Necesidad de recuperar algo que debí haber asimilado, pero deseché.
Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
El enfermo del intestino delgado necesita aprender a ser flexible, a observar y a asimilar los acontecimientos y dejarlos correr.
Si desea conocer más acerca del origen emocional de las enfermedades o saber acerca del propósito del alma puede adquirir mis libros haciendo clic sobre el enlace de Amazon:
Imagen: istockphoto.com