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La arritmia se trata de una alteración del ritmo normal de los latidos del corazón. Se denomina bradicardia cuando el ritmo se ralentiza y taquicardia cuando se acelera.
Las personas con arritmias suelen desequilibrarse emocionalmente con bastante frecuencia, pueden pasar, en poco tiempo, de un estado de euforia a otro de depresión o de un periodo de alegría a otro de tristeza. Zigzaguea de un polo a otro de las emociones constantemente.
El sentido biológico de la arritmia es el de adaptar el ritmo de los latidos del corazón a las necesidades del momento.
La arritmia me indica que han ocurrido ciertos cambios que rompen o alteran el ritmo de mi vida y pueden estar relacionados con el hogar, el trabajo, la pareja, el sexo, la distribución de la familia, etc.
Si tengo arritmia me advierte que estoy viviendo una situación en la que me siento “presionado” por órdenes que recibo de la autoridad que me obligan a romper o alterar mi “ritmo” y que yo ejecuto en contra de mi voluntad.
Se trata de órdenes indirectas o encubiertas a modo de chantaje y yo me siento culpable si no obedezco, aunque internamente las rechazo.
“Me siento molesto porque tengo que hacer algo que no quiero hacer, en un momento que yo no quiero, porque alguien superior a mí me lo pide”
Se trata de situaciones que rompen mi rutina, que cambian mi ritmo de vida.
“Hijo, cuando salgas del trabajo pásate a recogerme que he tenido que salir a hacer unas cosas”,
“Mi vida no está llevando el ritmo que yo quiero”,
“A este ritmo no voy a ninguna parte”
¿Qué o quién me ha cambiado el ritmo?
¿Qué ha cambiado el ritmo en mi familia que me está causando estrés?
Taquicardia: si tengo taquicardia me expresa que no estoy recibiendo suficiente amor y eso me hace sentirme inseguro.
O, tal vez, estoy viviendo una experiencia que me hace pensar que en el futuro no recibiré suficiente amor.
“Mis hijos no me llaman seguido”,
“Nadie me abraza”,
“Nadie me quiere”,
“Ya no me ama”,
“No me aman como antes”
Asimismo, también me puede indicar que preciso hacer más y más rápido en el trabajo, la escuela, la familia, etc., para que mi madre o mi padre me amen y así tener derecho a vivir.
Cuando se presenta en mujeres con vida sexual activa, le advierte que no practica demasiado sexo, que no hace suficiente el amor.
“Necesito un buen ritmo sexual ¡ya!
Extrasístoles: el sentido es el de expulsar rápidamente algo nocivo que se ha introducido en el corazón y que puede dañarlo.
“Me siento impotente para echar a alguien de mi casa”, “Quiero echar algo o alguien de mi casa (o de mi pensamiento) ¡ya!”, “Mi amor está en otro lado”
Bradicardia: es cuando el ritmo cardíaco va demasiado lento (por debajo de las 60 pulsaciones por minuto).
Normalmente, me expresa que estoy experimentado un conflicto relacionado con mi padre.
Me puede hablar de carencia o ausencia total de mi padre en mi casa y, como consecuencia, no me siento guiado en la vida.
Siempre he estado esperando que mi padre me guie con amor y que me ponga límites. Si mi padre jamás me indica qué he hecho mal o bien, si no me muestra el camino, me siento sin guía.
Tengo que dosificar el amor porque mi padre no estaba o no está presente en mi casa.
La ralentización del ritmo en general y dentro del corazón en particular (casa, hogar), es para no llamar demasiado la atención y pasar inadvertidos.
Si estoy manifestando bradicardia es importante consultar mi árbol genealógico porque, inconscientemente, puede estar acompañándome un ancestro (fantasma) con el cual tengo mucha afinidad como heredero universal, guardián, etc.
Bradicardia ventricular: este síntoma me informa que estoy dosificando o disminuyendo la expresión del amor debido a que tengo que guardar ciertos secretos familiares dentro de la casa.
Aleteos: este trastorno del ritmo cardíaco es ocasionado por rápidas contracciones de las aurículas y es similar a la taquicardia.
Me advierte que estoy viviendo un conflicto relacionado con ritmos anormales o desordenes familiares que hacen que no me sienta seguro en mi propio hogar.
Quiero encontrar una solución a mi problema pero, le doy vueltas y vueltas en mi cabeza, y no descubro cómo salir de ella.
Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
Debo analizar qué asunto de mi vida no me hace sentir bien, pleno o satisfecho, o qué órdenes recibo que impiden llevar mi ritmo y me causan enfado. Solo así puedo descubrir el origen de la arritmia.
Respiro con calma y profundamente para escuchar y conectar con el verdadero ritmo de mi corazón.
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Imagen: noticias.acunsa.es