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El herpes genital pone en evidencia un conflicto de frustración por falta de contacto sexual
La característica principal de este síntoma es que sólo puede ser visto por las personas más íntimas.
Aunque se piensa que el herpes se propaga fácilmente, sobre todo cuando existe contacto íntimo con una persona infectada, nunca se puede considerar un “contagio” pues se trata de una fase de reparación de un conflicto, si no hay conflicto activo previamente, no habrá contagio.
Los problemas en los órganos genitales, están relacionados con miedo, vergüenza, o pesar en relación a la sexualidad.
El herpes genital es la consecuencia de haber vivido o estar viviendo un conflicto de culpabilidad sexual con remordimientos y autocastigo basado, sobre todo, en creencias y valores culturales.
Seguramente he recibido en la infancia una educación puritana y represora y, por tanto, genero un rechazo hacia todo lo relacionado con los órganos genitales.
“Engañé a mi esposa, aunque la sigo amando”
“Besé a un amigo y no sé cómo decírselo a mi novio”
Muy a menudo, el herpes genital pone en evidencia un conflicto de frustración por falta de contacto sexual.
O, quizás, por un deseo sexual que me resulta imposible culminar porque lo siento sucio o porque me hace sentir culpable.
Es importante, para afrontar y trascender este síntoma que deje de juzgarme y me abra a los demás sin juicios previos y así podré recuperar la confianza en las relaciones íntimas.
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Imagen:eldestapeweb.com