Causas emocionales en el ICTUS

El ictus se trata de un accidente cerebro-vascular repentino.

Puede producirse de dos formas bien diferenciadas:

El ictus isquémico o derrame cerebral (disminución importante del flujo sanguíneo en el cerebro, de manera anormalmente brusca, que puede ser debido a una arteria que se tapona).

O ictus hemorrágico o hemorragia cerebral originada por una rotura de un vaso sanguíneo y el consiguiente derrame.

El trombo, tiene el sentido de impedirme utilizar una parte de mi cerebro para descubrir el misterio de mi clan que ahí se esconde.

“Quiero bloquear una parte de mi cerebro, para no poderlo utilizar, para impedir que yo pueda descubrir los grandes secretos, los grandes problemas de mi familia, porque son muy dolorosos y no los quiero vivir”

“Por lo tanto, bloqueo una parte de mi cerebro para minimizar mi capacidad de descubrir, de encontrar el gran secreto, el gran problema que rodea a toda mi familia.

Una hemorragia cerebral tiene el sentido biológico de irrigar más y mejor el cerebro para incrementar su función.

Por otra parte, también expresa mi deseo de querer huir de la familia, (la sangre símbolo del clan escapa) en relación o hacia un contexto mental.

“Quiero sacar la sangre de mi cabeza, sacar a alguien de mi clan”

Por lo tanto, el sentir de una persona con ictus es: “quiero romper con mi familia o con determinada parte de mi clan”

Para que se produzca un accidente cerebro-vascular se tienen que dar varias circunstancias conflictivas al mismo tiempo.

Se trata de estar viviendo una situación de estrés muy grande, que me ha llevado a pensar que es preferible morir.

Unido a una pérdida de territorio, en el que me he sentido desvalorizado con respecto a otro miembro de la familia.

Bien por haber hecho una mala elección, por haber evaluado o haber tomado una decisión equivocada a causa o para complacer a un miembro de la familia.

Otros conflictos que pueden desencadenar un accidente cerebro-vascular:

Desvalorización intelectual por no poder enfrentar algo o alguien de forma intelectual:

“No puedo afrontar este desafío intelectual”

“Me siento tonto”

“No me dio la cabeza para manejarme bien”

Desvalorización intelectual por querer corregir, dirigir mi destino, tomar el control de mi vida, de mi país, etc.

Con miedo profundo por no haber evaluado correctamente las opciones o no haber analizado las posibilidades. “Estoy desbordado”

Desvalorización intelectual por miedo a haber pensado mal, haber razonado mal o haber hecho mal.

“Mis razonamientos fueron erróneos y las consecuencias son nefastas”

Desvalorización intelectual por no haberme dado cuenta de algo secreto, de algo oculto.

El accidente cerebro vascular afecta fundamentalmente a personas de edad avanzada, que están próximos a la jubilación o que han llegado a ella.

En muchos casos, cuando se alcanza  esta etapa de la vida, se puede llegar a sentir una gran desvalorización porque supone un cambio muy importante.

Generalmente, se nos priva de seguir realizando nuestro trabajo (pérdida de territorio) donde disfrutábamos de un rol muy definido que nos reportaba reconocimiento y valoración y que nos motivaba a seguir adelante con entusiasmo.

Y, por otro lado, vos vemos obligados a permanecer, la mayor parte del tiempo, en nuestra casa.

Donde sentimos que ya no ocupamos un lugar importante dentro de la familia, ya que se han habituados a vivir sin nosotros y no nos necesitan tanto.

Este nuevo status nos pude desmotivar y, poco a poco, hacernos perder la ilusión y la razón por continuar viviendo, lo cual nos puede conducir a tener riesgo de padecer un accidente cerebro-vascular.

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Imagen: lavanguardia.com

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