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Las torceduras de tobillo nos están indicando que estamos viviendo un conflicto emocional que está activo y presente en el momento que nos torcemos el tobillo y nos advierte de que:
«Este no es el camino correcto».
Para averiguar la causa emocional es necesario analizar en profundidad: el momento en el que ocurrió, es decir: la hora, el día, qué estoy haciendo, si camino hacia algún lugar determinado, etc.
Y, al mismo tiempo, deberé revisar mi vida, mis deseos, mis objetivos porque el mensaje que se me quiere dar es que voy por mal camino… ya sea en la vida o en ese momento específico.
Las torceduras de tobillo se presentan por estar haciendo algo que no quiero hacer o por dirigirme a algún sitio que no quiero ir.
“Hay una dirección o algo, que me imponen, y una dirección o algo distinto, que yo quiero tomar o hacer”.
“No estoy tomando el buen camino”.
“No voy por buen camino”.
Ejemplo: un vendedor se encamina a visitar a su cliente y va pensando, qué fastidio tener que intentar de nuevo convencer a esta persona para que me compre mi producto, no me gusta insistir, pero la empresa me pone objetivos.
«Este trabajo me agota, no me gusta, quiero cambiar de trabajo».
Las torceduras nos proporciona la justificación necesaria para detenernos.
Personas diestras: (zurdas al revés)
Tobillo derecho: Llevo un camino en el que traiciono mis valores fundamentales.
«Voy por mal camino por darle gusto a mi pareja o a mi padre»
Tobillo izquierdo:
«Sigo un camino en el que siento que nadie me apoya»
«No siento el apoyo de mi madre o el de mis hijos en este camino»
La palabra camino puede significar lo que hago, mis gustos, mis costumbres, mi vida.
Hacer lo que no queremos hacer, dirigir nuestra vida hacia una meta que no nos gusta, puede ocasionarnos un problema en el tobillo.
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Imagen: finalin.com
