
Se denomina ataque de ansiedad a los períodos, de diferente duración, en los que sufro de manera súbita un intenso miedo o temor.
Es la consecuencia de un conflicto de desvalorización, limitación, impotencia e incapacidad para afrontar algo.
El sentido biológico del ataque de ansiedad es para que no “me mueva” o para que “salga corriendo” de un peligro que mi cerebro ha detectado que amenaza mi supervivencia.
He vivido algo muy sucio, despreciable, que me horrorizó y me desgarró por dentro y que me ha destruido la vida.
Puede estar relacionado con haber sufrido tocamientos, abusos o actos sexuales indebidos, violaciones.
O tal vez, pude presenciar un hecho brutal, un crimen o fui amenazado/a y no puedo hablar, etc.
Me vi obligado/a a vivir una situación en la que me sentí muy poca cosa, en la que sentí no ser nada y en la que no pude aferrarme a nada.
Se trata de algo que no superé y que no olvidé.
Además, mi enemigo sigue estando muy cerca y no lo puedo evitar.
Por eso mi cerebro reacciona y ordena el ataque de ansiedad, para intentar defenderme del agresor.
¿Cuál fue la primera vez que sentí el ataque de ansiedad, a qué edad, dónde estaba yo, qué estaba ocurriendo en mi vida?
Para averiguar el origen del ataque de ansiedad es importante tomar consciencia del momento en el que empiezo a sentirlo de nuevo, qué me lo activa.
Ahí hallaremos la conexión con la primera experiencia en la que se programó.
Si nada de lo descrito me ha ocurrido, debo averiguar en el Proyecto Sentido qué le pasó a mi madre durante el embarazo o en el parto.
Además, también he de buscar en mi árbol genealógico, si soy doble de algún antepasado que vivió alguna de estas experiencias y las he heredado.
Si desea conocer más acerca del origen emocional de las enfermedades o saber sobre el propósito del alma puede adquirir mis libros haciendo clic sobre el enlace de Amazon:
Imagen:behealthpr.com