El acné aparece a menudo en la adolescencia. Las partes del cuerpo que suelen quedar afectadas son el rostro y en algunas ocasiones el escote, los hombros y la espalda.
La mayoría de las veces se manifiesta en el rostro.
La cara es lo que nos enfrenta al mundo, aquella parte de cada persona que los demás ven primeramente, y a través de la cual es aceptada o rechazada.
El rostro representa nuestra identidad (cambio de nombre del DNI o recibir un insulto por mi cara), la imagen que tenemos de nosotros mismos.
Conflicto de suciedad (a veces vivido por el padre).
El acné que le brota al adolescente manifiesta los problemas que éste tiene con su apariencia externa, con su imagen, es decir, con su identidad.
Ha podido vivir un conflicto de confusión con respecto a quién es o a qué papel juega en su familia y en la sociedad.
Pudo haber una confusión al escribir su nombre en un documento importante o que las personas le llaman con un nombre diferente a como se llama o, tal vez, alguien en su familia no le reconoce.
Quizás porque ha hecho algo diferente a lo que es tradicional en la familia o puede ser que le confundan de manera reiterada con otra persona, como puede ocurrirle a los hermanos gemelos, etc.
Ataque contra el rostro = ataque contra mi imagen, mi identidad.
¿Hubo alguien que te dijo que eras fea en tu infancia o adolescencia?
¿Te sentiste rechazado-a por alguien y tú creíste que era por tu imagen?
“Me siento agredido por mi propia imagen, por los comentarios de la gente, por las burlas, etc.”
Se trata de un conflicto de suciedad y desvalorización estética.
O quizás porque no se ha sentido apoyado.
“Estoy completamente desvalorizado y me siento desprotegido por no ser como los demás o por no sentirme tan bello como los demás”.
Indica que no acepta totalmente la imagen que ve, no le satisface, bien sea por considerarla fea o porque llama en exceso la atención.
Del mismo modo, el acné pone de manifiesto su tendencia a compararse con los demás y a desvalorizarse; en definitiva, expresa la dificultad que tiene para amarse tal como es.
“Me he vuelto realmente feo”.
“No gusto a la gente y tampoco me gusto a mí mismo”.
El acné también puede presentarse en aquellos adolescentes con escasa autoestima, que no saben amarse y que intentan ser o no ser, como otra persona para agradar a algún miembro familiar.
El acné indica que está siendo criticado.
En la adolescencia aflora también en el ser humano un nuevo deseo que con fuerza trata de hacerse un lugar en la conciencia: la sexualidad.
Este impulso nos plantea siempre un conflicto, por un lado nos atrae y por otro nos produce miedo:
“Muestro mis hormonas, exhibo que estoy preparado para mantener relaciones sexuales”.
“Tengo miedo a no ser atractivo sexualmente”.
“Quiero seguir siendo el niño de la casa”.
“No quiero responsabilidades por ahora”.
Este problema de una personalidad que aún no está formada, que duda sobre si misma, que le falta confianza y madurez y que le invade la timidez y, el miedo al otro, a su juicio y a su mirada, se traduce en acné.
La piel del adolescente se inflama, se engrasa porque hay una nueva energía que quiere salir, pero él trata de impedirlo.
Por medio del acné tratamos de protegernos a nosotros mismos del mundo exterior, porque el acné ayuda a que no se nos acerquen y a que las cosas y las agresiones nos resbalen.
Nos afeamos para elegir al otro. La vergüenza por la propia sexualidad se transforma en vergüenza por los granos.
El acné puede ser un modo de eludir el contacto con los demás, un contacto que, pese a la necesidad que sentimos de él, nos inspira temor.
En las chicas puede deberse a un conflicto de desvalorización de lo femenino (vulnerable, inferior) frente a lo masculino (decisión, éxito, seguridad), por un trauma sufrido con la madre.
Desvalorización por comentarios de los demás en relación a mi poca belleza o atractivo.
Abuso sexual donde, además, se criticó el cuerpo o la apariencia de la persona abusada.
Acné en todo el cuerpo o en un área concreta: Debemos averiguar si en algún momento vivimos una situación en la que alguien casualmente nos vio desnudo-a y, por lo cual, sentimos mucha vergüenza.
De igual manera puede ocurrir en cualquier otra parte del cuerpo donde se muestra el acné.
O, quizás, sea debido a que alguien realizó un comentario negativo sobre la parte afectada e hizo que nos sintiéramos desvalorizados.
Como consecuencia de estos acontecimientos el cerebro hace aparecer el acné (agua y grasa) para proteger biológicamente esa zona que ha sido desvalorizada.
“Nadie va a fijarse en mí”, “Nadie me va a querer así como me veo”, “A nadie le gusto”.
En el Proyecto Sentido, buscar historias donde la madre se desvaloriza a nivel estético: «Quizás a mi hijo no le agrade cómo soy», «Me veo fea embarazada».
En el árbol genealógico, buscar entre nuestros dobles, historias de falta de autoestima, miedo de no gustar o infidelidades a causa de personas muy atractivas, tocamientos, etc.
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Querido Joman:
Me encantan las dos últimas explicaciones que has añadido a tu blog, lo explicas todo tan claro y sencillo que da gusto.
Me gustaría que en algún momento comentaras sobre los callos, si es posible.
Un abrazo muy fuerte desde Asturias
Seré tu eterna admiradora… jejejeje…quisiera hacerte una consulta… que son los hongos en las uñas del pié? cuál será la causa que lo originan?
Es algo de años que veo en una hermana…y ahora lo tiene en sus dedos anulares de la mano…
Gracias y un abrazo. 😉
Ali
aceptarnos para aceptar a los demas.
Un abrazo y gracias por tu visita.
Muy interesante.
Yo sufrí de acné en mi adolescencia y juventud. La verdad que no sabía su procedencia, tal como tú explicas.
Un abrazo.
Juan Antonio
Hola querido amigo, veo que no soy la unica que deseamos una orientación… 😉
Una bella semana para tí…
Un abrazo,
Ali
Hola, gracias por tu explicación. estoy sufriendo mucho con un acné repentino y no quería aceptar las evidencias.
Un abrazo.